La llegada del verano suele suponer cambios en nuestros hábitos alimenticios que pueden traducirse en varios kilos de más. Y es que, las vacaciones de verano para muchas personas son sinónimo de relajación y disfrute, pero también de excesos y en muchas ocasiones, del abandono de la actividad física, lo que se traduce en aumento de peso.
En clínica ESVITAL tu salud es nuestra prioridad. Por ello, hemos preparado este artículo con algunos consejos para que disfrutes de esta temporada sin romper con tus hábitos saludables de forma abrupta ¿Es posible? ¡Sí! ¡Sigue leyendo y entérate cómo!
1.- No te saltes ninguna comida
Este consejo no sólo lo tienes que llevar a cabo durante el verano, sino durante todo el año. No es raro que, con el ajetreo del verano y los viajes, puedas saltarte alguna que otra comida, y aunque pueda parecer contradictorio, no comer no nos ayuda a mantener la figura. Repartir las calorías diarias en cinco comidas te permitirá evitar la sensación de hambre atroz cuando llega la hora de la comida o la cena, y además mantendrá tu metabolismo activo.
2.- Evita el exceso de alimentos dulces
Este consejo se aplica especialmente cuando nos encontramos de vacaciones y no realizamos el desayuno habitual. Muchas veces es difícil resistirse a un dulce cuando lo tenemos delante, sobre todo a primera hora de la mañana. Intenta mantener una alimentación equilibrada en todo momento y comenzar el día con una gran ensalada de frutas, te ayudará a saciarte y decir “no” a ese tentador croissant.
3.- Reduce el consumo de bebidas alcohólicas
Prestar atención a lo que se bebe es tan importante como cuidar la alimentación. No se trata de suprimir por completo las bebidas, sino de tomarlas con moderación. Siempre es mejor decantarse por bebidas no alcohólicas como zumos, batidos, cervezas sin alcohol o refrescos light. En lo que respecta a los cócteles, tan apetecibles durante el verano, es recomendable optar por sus versiones sin alcohol.
4.- Elige alimentos saciantes
Introduce en tu dieta mayores proporciones de verdura con respecto a otros alimentos como la carne o los carbohidratos, tienen menos calorías y sacian más. Esto mismo ocurre con los alimentos integrales y las legumbres. Para tus snacks, apuesta por un puñadito de frutos secos, te aportarán energía cuando más la necesitas y controlarán la sensación de hambre.
5.- Prepara cenas ligeras
Comer ligero es mucho más sencillo en verano. La pereza de ponerse a cocinar al calor de la cocina puede jugar a favor de nuestra dieta en los meses de calor. Desde junio hasta agosto, lo que más apetece es disfrutar de las ensaladas frías. Puedes incluir tus ingredientes favoritos, como pavo, pollo, queso, frutos secos…aliñarlos con una vinagreta ligera y tendrás una cena perfecta y baja en calorías.
6.- No olvides el ejercicio
Recurre a las horas más frescas como por la mañana o cuando está atardeciendo para no morir en el intento. Para mantenerte en tu peso ideal puedes hacer running, o puedes dar largos paseos por la playa.