Peeling Químico
En medicina estética facial, el peeling químico es un tratamiento de exfoliación no quirúrgico que permite recuperar la luminosidad y la suavidad de la piel. Con un peeling químico facial conseguimos, tras varias sesiones, eliminar marcas del rostro tales como el acné, cicatrices, manchas y líneas de expresión. En clínica ESVITAL trabajamos con la marca Cosmelan, un tratamiento despigmentante profesional de referencia a nivel mundial para tratar las manchas cutáneas más resistentes y severas.
¿Cómo se realiza el Peeling Químico en clínica ESVITAL?
El peeling químico se realiza mediante la aplicación de agentes químicos como ácido glicólico, salicílico, mandélico, ferúlico, pirúvico, fenol, etc. en la zona del rostro, cuello y/o escote.
En función de los resultados que se quieran obtener, el tipo de piel, el estado cutáneo, la edad y el historial clínico, el tratamiento se llevará a cabo de diferentes maneras, tanto para la selección de los agentes químicos que se utilizarán como para establecer el número de sesiones. Después de 2-3 días del tratamiento, las células muertas de la piel comenzarán a desprenderse gradualmente.
¿Qué esperamos de un tratamiento Peeling Químico?
El resultado de un peeling químico variará desde una descamación imperceptible a un recambio epidérmico completo. El peeling químico consigue atenuar las arrugas, rejuvenecer la piel y otorgarle una buena consistencia y luminosidad. Aunque el peeling está clasificado como una de las técnicas para lograr el rejuvenecimiento facial en casos de envejecimiento fisiológico o solar, así como para el tratamiento de manchas, acné y sus secuelas, también puede emplearse para mantener una piel sana, tersa, libre de impurezas y llena de luminosidad. Por tanto, también es recomendable realizarse mantenimientos periódicos con la finalidad de prevenir la aparición de todo tipo de imperfecciones.
¿Cuáles son los cuidados post Peeling Químico?
Los cuidados posteriores al tratamiento dependerán del tipo de peeling químico realizado ya que se debe tener en cuenta el tipo de sustancia empleada, la profundidad y el tipo de piel del paciente. No obstante, existen una serie de cuidados generales que debemos tener en cuenta:
- Lavar la piel desde la mañana siguiente utilizando productos que no alteren la piel y agua templada. Posteriormente es recomendable aplicar crema hidratante y repetir esta última acción a lo largo del día.
- No exponerse al sol y utilizar factor de protección solar muy alto.
- No manipularse la piel de la zona tratada, aunque aparezcan granitos u otras alteraciones para evitar infecciones.