Cuando se realizan tratamientos estéticos, ya sea de manera invasiva o no invasiva, nuestros especialistas recomiendan complementarlo con una sesión de drenaje linfático para remover todos los residuos que hayan quedado en el organismo. Acá te contaremos cuáles son los beneficios de un drenaje linfático tras un tratamiento estético.
¿En qué consiste el drenaje linfático?
Se trata de una técnica de masajes suaves y rítmicos a lo largo de distintas zonas del cuerpo o rostro con el fin de mejorar la circulación de la linfa.
No olvidemos que la linfa es la que se encarga de limpiar el organismo de numerosas partículas que el cuerpo reconoce como potencialmente dañinas.
Por consiguiente, si ese «transporte» no funciona de manera correcta se producen edemas, es decir, la acumulación de líquidos en los tejidos del cuerpo.
Es allí donde el drenaje linfático ejerce la función de «desatascar» y liberar esas áreas arrastrando los líquidos al sistema circulatorio.
¿Cuáles son los beneficios de un drenaje linfático tras un tratamiento estético?
Una sesión de masajes de drenaje linfático te ayudará a:
Mejorar la calidad de tu piel
Reduce la celulitis en gran medida. Este es uno de los motivos más comunes por los que las personas optan por un drenaje linfático. Dado que con este tratamiento se consigue eliminar líquidos, que son los que contribuyen a la aparición de celulitis, este masaje, combinado con una alimentación saludable y deporte, permite combatir la celulitis de manera notoria.
Reduce las líneas de expresión y bolsas en los ojos. El drenaje linfático facial es útil para mejorar el flujo circulatorio de esta zona y ayudar así a reducir las líneas de expresión o bolsas en los ojos.
Aporta luminosidad. La piel puede empezar a mejorar tras cada sesión, luciendo más fresca, renovada y con un tono más uniforme.
Reducir la retención de líquidos
La retención de líquidos es un problema que afecta a muchas personas, y consiste en la acumulación excesiva de líquidos en los tejidos, generando una apariencia de hinchazón y aumento de peso. La aparición de esta retención suele venir acompañada de cambios hormonales que pueden producirse con la menstruación, con el embarazo o con la menopausia, por eso es más común en mujeres.
Gracias al drenaje linfático, es posible reducir la retención de líquidos mediante el masaje, que activa el sistema linfático. Este sistema se encarga de que el organismo depure y elimine las toxinas y sustancias acumuladas.