El tratamiento consiste en inyectar pequeñas cantidades de toxina botulínica con una aguja muy fina en el área del entrecejo, frente y/o zona periocular, produciendo una relajación transitoria de estos músculos e impidiendo la formación de arrugas sobre la piel.
Los efectos de la toxina botulínica aparecen de forma gradual, la atenuación de las arrugas es cada vez más notoria a partir del cuarto o quinto día y los resultados definitivos se logran tras superar los 15 días.
Por lo general, la duración de dicho efecto es aproximadamente de 3 a 6 meses desde su aplicación y en algunos casos es suficiente realizar el tratamiento cada 6 meses para mantener la eficacia de los resultados.
Frente
La toxina botulínica tiene un efecto inmediato sobre aquellas líneas de expresión ubicadas en la frente, siendo uno de los tratamientos más efectivos para contrarrestar el paso del tiempo.
Entrecejo
La gesticulación excesiva es uno de los principales factores que acelera la aparición y acentuación de las líneas de expresión en la zona del entrecejo.
Cabe resaltar que, las arrugas en el entrecejo no siempre aparecen cuando llega la vejez. De hecho, algunas personas jóvenes pueden sufrir una temprana aparición.
Las causas más comunes se relacionan con miopía, falta de cuidados en la piel, malos hábitos alimenticios, la acción de los rayos solares y la falta de descanso.
La aplicación de toxina botulínica en el entrecejo te ayudará a suavizar las líneas de expresión y darle a tu rostro un aspecto más relajado y juvenil.
Patas de gallo
La aplicación de toxina botulínica en las patas de gallo eliminará de forma inmediata aquellas líneas de expresión producidas por la acción del músculo orbicular del ojo. La infiltración de toxina botulínica en la porción superior externa del músculo orbicular del ojo relajará la tracción descendente de la cola de la ceja, consiguiendo un resultado natural.
Bruxismo
Por medio de pequeñas inyecciones de toxina botulínica en los músculos motores de la mandíbula, conseguiremos reducir las contracciones involuntarias, sin afectar en absoluto a la capacidad de masticar.
Hiperhidrosis (axilar o manos)
La infiltración de toxina botulínica en las zonas afectadas por hiperhidrosis se realiza con agujas sumamente finas, por lo que se trata de un tratamiento prácticamente indoloro. El tiempo de la sesión es de aproximadamente 40 minutos y el de duración del tratamiento de unos seis meses. El bloqueo de las glándulas sudoríparas durante ese tiempo aproximado hace que se trate de una solución asequible con buenos resultados.