El envejecimiento facial ocurre de forma natural con el paso de los años. No obstante, agentes externos tales como la exposición prolongada al sol, el estrés, una mala alimentación, así como el consumo de tabaco o alcohol aceleran este proceso de envejecimiento de la piel del rostro. Cuando esto sucede, comienzan a aparecer prematuramente signos de la edad tales como líneas de expresión, arrugas, pérdida de elasticidad y luminosidad o aparición de manchas y texturas.
En general estos signos se deben a la pérdida de elastina, colágeno y ácido hialurónico, materiales presentes en la piel que le dan ese aspecto de juventud. Sin embargo, en la actualidad existen tratamientos para devolverle al rostro la vitalidad perdida con técnicas como el rejuvenecimiento facial.
¿En qué consiste el rejuvenecimiento facial?
El rejuvenecimiento facial es un tipo de tratamiento estético que consiste en la aplicación de materiales de relleno en puntos estratégicos del rostro para mitigar los efectos del paso del tiempo. Con las técnicas de rejuvenecimiento facial conseguimos corregir: las líneas del entrecejo, las patas de gallo, las cejas caídas y ojos que dan un aspecto cansado y envejecido, las asimetrías presentes en el rostro y los pliegues prominentes de la barbilla. Así mismo, debemos destacar que estas técnicas ayudan a mejorar la hidratación, aportar luminosidad y regenerar tejidos dañados por la sobreexposición solar, al mejorar su capacidad de regeneración.
¿Qué técnicas se aplican en el rejuvenecimiento facial?
Todo depende de la valoración que realice el especialista y del retoque o retoques que desee el paciente. Para la aplicación de cualquiera de estas técnicas es necesario realizar un estudio previo que permita determinar las características faciales del paciente.
Aplicación de toxina botulínica
La aplicación del bótox se realiza en zonas específicas del rostro mediante microinyecciones. Sin necesidad de aplicar crema anestésica, el especialista dibuja los puntos sobre los que se va a realizar la infiltración del producto y, posteriormente, mediante el uso de unas agujas muy finas procede a aplicarlo. No es un proceso doloroso, únicamente se siente una ligera punción en la zona a tratada que es momentáneo y desaparece.
Aplicación de vitaminas y ácido hialurónico
La aplicación de este tratamiento es ideal para la prevención del envejecimiento y para mejorar el aspecto de arrugas y flacidez facial. El objetivo es conseguir revitalizar la piel del rostro, mediante un efecto tensor y reafirmante, aportando una mayor luminosidad, mejorando la hidratación de la piel, e incluso, teniendo un efecto despigmentante sobre manchas faciales provocadas por la sobreexposición solar. Así, en función del material aplicado se puede atacar a múltiples signos de la edad.
En algunos casos, este tratamiento es complementario al de toxina botulínica para conseguir mejores resultados.
¿Cuáles son los beneficios del tratamiento de rejuvenecimiento facial?
- Es un tratamiento mínimamente invasivo, además de rápido e indoloro.
- El tratamiento con bótox es seguro y no hay ningún riesgo para el paciente. Está aprobado por múltiples estudios y asociaciones médicas de todo el mundo.
- El ácido hialurónico es un material biocompatible. Mientras que las vitaminas sólo están contraindicadas si existe alguna alergia previa que nos prevenga de su uso.
- Se puede repetir el tratamiento regularmente y ampliar el área facial que se desea tratar. Además, es también un tratamiento preventivo a edades más tempranas
